Señor Tedioso,

Le escribo en referencia a su  última invitación, y como tal, quisiera transmitirle mi más sinceras disculpas ya que no voy a poder disfrutar del placer de su compañía ni hoy ni en un futuro.

Ya sé que he recurrido a su compañía en varias ocasiones, si bien sabe que llegué a usted por numerosas recomendaciones de amistades que tenemos en común, y aunque he disfrutado gratamente de su presencia, debo ser coherente conmigo misma, y por la deuda que siento hacia usted, expresar con toda sinceridad la opinión que me trae varios puntos de su comportamiento con los que discrepo enérgicamente:

Comprenda, que ni mente ni cuerpo entienden de tardes de sosiego sin nada mejor que hacer que mirar al vacío, dejando pasar las horas una detrás de la otra.

También ha de saber, que no es entretenimiento pasar los momentos de hastío sin ser capaz de percibir las pequeñeces que hacen diferente nuestra vida, porque por mucho que usted insista señor Tedioso...la vida no es monotonía.

Tampoco es considerado por su parte, motivarme a deambular entre la pereza y la ignorancia para hacer de mí un ser incoherente con falta de carisma y cordura. Las buenas costumbre no residen en las mentes muertas amigo mío.
  

Dicho esto, espero que sea capaz de ponerse en mi situación y entienda que ya no quiero aburrirme más.


Aún así, no quisiera concluir esta carta sin agradecerle antes el tiempo y las ganas que me ha dedicado, en realidad, si no fuera por usted hoy no sería alguien capaz de autoabastecerse en caso de que fuera necesario. Entretenerse a uno mismo no es una tarea fácil y usted me ha enseñado una valiosa lección que no olvidaré.

Muy a mi pesar, me despido deseándole lo
mejor,estoy segura de que no le faltará compañía ni quehaceres a lo largo de su vida.

Agradecida de corazón por su invitación pero hoy me entretengo sola.


Atentamente,

estoeslomio