Me acordé de la amistad. En ciertos momentos extraña, sin saber si seguía aquí o allí. Me acordé de ti y contigo del amor. Recuerdo, que me gustaba la curvatura de tus cejas y la suave linea de tu nariz uniendose a ellas. Sí, era eso lo que pensaba mientras observaba desde fuera tus sueños. Me gustó ver que soñabas, pensé que de ahí venían tus besos. Me gustó recordar mis sueños desde los tuyos y vivir en un continuo dejabú, dejando que nuestro tiempo rectificara el futuro. Me gustó que encontraras mis risas, porque hacía mucho tiempo que no se cruzaban con mis carcajadas. Me gustó que me idealizaras, porque había dejado de brillar por fuera. Me gustó que te interesaras por el paisaje de mis sueños, y aunque no supiste apreciar un cuadro de Turner, sabías lo mucho que valía para mí.
Me gustas tú, pero no allí sino aquí. Conmigo.
Me gustas tú, pero no allí sino aquí. Conmigo.
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