Despertó empapada en sudor, psicótica, por un presentimiento oscuro, difuso e impreciso.
Un sueño persecutorio la despertó en plena noche, desorientada, confundida y perdida en la marea de sombras que cubre el pernoctar de su habitación.
Un suspiro, un sobresalto y...¿una mala pasada de su imaginación?
Pensar que fue resulta difícil, imposible e inalcanzable.
No logró recordar, pero sí sentir el sudor que recorría su espalda y el frío de su húmeda cabellera.
¿Una pesadilla?
-no lo sé...se supone que uno se reconforta al despertar-
Ya no pudo dormir más. Ya no pudo volver a despertar.
..
.